Director: Jean-Luc Godard
Reparto: Brigitte Bardot, Michel Piccoli, Jack Palance, Fritz Lang, Georgia Moll
Nacionalidad: Francia

Año: 1963
No hay termino medio para mí con Godard, o me entusiasma, o me deja frío, y contra todo pronóstico, está película que aún tenía pendiente de su filmografía ha conseguido encadilarme con su reflexión sobre el amor, el dinero y el arte...
Basada en una novela homónima de Alberto Moravia, el director francés probablemente hace el relato completamente suyo, para crear una meta historia donde un productor de Hollywood (Jack Palance) descontento con el resultado de una nueva adaptación de la odisea que está produciendo con Fritz Lang en la silla del director (curioso ver al mismísimo director interpretándose a si mismo) decide contratar a Paul Java (Michel Piccolini) un dramaturgo, para que corrija el guión. Esto provoca un inesperado vuelco en la vida del escritor en donde su matrimonio con su bella mujer, Camille, (La Bardot en todo su máximo esplendor) empieza a peligrar cuando el productor comienza a interesarse por ella.
Como era habitual en el cine del director, los personajes deambulan frente a la pantalla divagando sobre sus dudas existenciales, buscando en su arte la manera de descifrar sus sentimientos en la vida real. Godard muestra mucha maestria creando una atmósfera absorbente para arrastrar al espectador hacia ese matrimonio mal avenido, para convertir algo tan mundano y rutinario como una crisis de pareja en una bella pieza de arte que merece ser conservada...
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