Hay películas que crean una fascinación en el subconsciente tan apabullante, que quedan marcadas para toda la vida en el corazón de los cinefilos más inconformistas y buscadores más allá del cine de masas que rapidamente acaba sepultado en el olvido bajo montones de bowls de palomitas, y refrescos vacios en la trastienda de algún cine desaparecido o a punto de desaparecer.
Gun Woman me fascinó desde la primera vez que vi su poster online sin saber absolutamente nada de la película, ni sus responsables. Fue una atracción inexplicable de las que ocurren pocas veces en la vida, sabía que esa extraña película japonesa iba a volarme la cabeza, y vaya si lo hizo!!!
Tras conseguir una edición en DVD de Reino Unido, me dispuse a emprender un viaje lleno de gloriosa violencia que me llevó descubrir a una de las actrices que mas me han fascinado en los últimos años, la reina del V-Cinema, la genial Asami... Una incombustible artista (desafortunadamente ya retirada del cine) con un sex-appeal apabullante, un erotismo inconmesurable, y una habilidad para la acción y la comedia tan unicas, como sus excelentes dotes para el drama.
Una producción de modesto presupuesto, que cubre sus carencias con pasión y maestria, bajo la dirección de Kurando Mitsutake, que nos sumerge de lleno en una violenta historia de venganza en torno a un médico cegado por la rabia, que compra a una prostituta heroinomana para vengarse de una sadico y malvado ricachón que asesinó a su esposa cruelmente ante sus ojos. El médico no sólo se convierte en el mentor de la jovén prostituta para convertirla en una maquina de matar, sino que tambien la somete a una peligrosa cirugia donde introduce un arma en su cuerpo, con la intención de infiltrarla en la guarida del villano y así acabar con el.
Gun Woman nos brinda una alocada historia visualmente impresionante con grandes secuencias de acción, toneladas de sangre y una banda sonora maravillosa que aporta mucha épica a los momentos clave de la película, en los que Asami derrocha un alarde de virtudes envueltos en todo su potencial como actriz que el director logra explotar al maximo, mostrandose desnuda durante el ultimo acto, fisica y emocionalmente, solo cubierta por su propia sangre, sin mostrar ni un apice de debilidad en su caracter, demostrando que ninguna otra actriz hubiera sido capaz de brindar toda esa intensidad en un papel para el que la actriz había nacido y estaba destinada.
Gun Woman siempre será una película que defenderé y reivindicaré con la misma fiereza que mi admirada Asami mostró en su interpretación.
¡FASCINANTE!
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